U-Boat Argentina

Este blog tiene como objetivo describir hechos históricos. Bajo ningún concepto se tratan temas políticos. La aparición de cualquier imagen o fotografía relacionada a regímenes totalitarios es puramente ilustrativa y relacionada a temas históricos tocados en el sitio.

Un verdadero "refugio" de espías nazis en Argentina

A medida que las fronteras del III Reich se expandían en Europa, los tentáculos de las redes de espionaje nazi crecían considerablemente en Sudamérica. Especialmente en Argentina, desde el ingreso de Brasil en la Guerra en 1942, los alemanes invirtieron enormes sumas de dinero para perfeccionar un sistema clandestino de radiotelegrafía que les permitiera enviar hacia el Reich sus preciados informes secretos…

Este año publiqué “Nazis en las Sombras” de Ed. Nowtilus, casi 400 páginas dedicadas al complejo entramado de espías nazis en Argentina. Pero las investigaciones no se detienen. Hace poco tuve el privilegio de poder visitar “La Elvira”, una de las estaciones de radiotelegrafía más importantes que tuvieron los alemanes en el país. 

En el mes de enero saldrá a la venta la revista N°9 de WW2GP Magazine, una publicación española especializada en la Segunda Guerra Mundial. En ella se publicarán fotografías y una detallada crónica de mi viaje a la chacra. Una primera parte de una larga crónica que se completará en marzo en la revista N°10. 



A los amantes de esta historia y especialmente a aquellos que han leído “Nazis en las Sombras”, les recomiendo que no se pierdan las nuevas revelaciones y las magníficas fotografías; casi un viaje en el túnel del tiempo hacia 1943. 

Este es un verdadero sitio nazi en Argentina, estrictamente documentado. No se trata de un sitio dudoso e incomprobable, como el supuesto “refugio nazi” de Misiones, que hace poco levantó tanto revuelo en la prensa escrita sin demasiados fundamentos…

Breve video del sótano de la estancia, lugar donde se montaron los equipo de radiotelegrafía:


Primera parte de la investigación completa en revista WW2GP Magazine


El enigma del U-199; su misterioso derrotero en Sudamérica

El enigma del U-199

Por Julio B. Mutti. Prohibida su reproducción sin autorización del autor

La aparición de sumergibles alemanes en las costas cercanas al Río de la Plata es uno de los últimos grandes enigmas que quedan por resolver en torno a la Segunda Guerra Mundial. 

La afirmación que indica que los lobos grises de Dönitz jamás navegaron aguas argentinas durante el conflicto mencionado parece ser una verdad absoluta e inmodificable. Una historia aprendida de antemano. Sin embargo, lo que se presenta como una verdad incuestionable es el hecho de que no han existido órdenes firmadas u operaciones de guerra formalmente destinadas por debajo del los 30º de latitud sur sobre las costas sudamericanas. 

Las patrullas oficiales de guerra realizadas por aquellos sumergibles que operaron en la zona de Santos, Brasil, y bastante más al sur, presentan algunas particularidades que nunca fueron estudiadas con el debido detalle hasta el momento. No obstante, es necesario proceder con prudencia a la hora de investigar un asunto tan complejo. 
U-199 
Durante el año 1943 algunas de estas unidades pusieron proa hacia sur. Las australes aguas sudamericanas era su destino. En particular dos naves llegaron muy al sur: Ellas eran el U-199, de la clase IX D2, y el U-513, del tipo IX C. 

Lo que seguirá a continuación es la reconstrucción, sólo basada en los archivos oficiales de la Kriegsmarine, del extraño derrotero de uno de ellos: el U-199: Partió del puerto de Kiel el 13 de mayo de 1943. Se trataba de su primer viaje al frente de combate bajo mando de un experimentado oficial. El Kapitänleutnant Hans-Werner Kraus era un veterano del U-83, nave con la que había realizado nada menos que nueve patrullas de guerra. 

No viajaba solo. El U-513 partió de Lorient el 18 de mayo, comandado Kapitänleutnant Friedrich Guggenberger, otro experimentado comandante. Era veterano del U-81, con el cual el 13 de noviembre de 1941 había hundido al portaaviones británico “Ark Royal” de 22.600 toneladas. 

Kraus y Guggenberger tenían en común el haber superado con éxito el Peñón de Gibraltar y el haberse internado en el Mar Mediterráneo con sus anteriores sumergibles del tipo VII. Allí operaron en la Flotilla 29º del Puerto de La Spezia, en Italia. 

La nave de Kraus era de por sí un sumergible algo fuera de lo común. El hecho de que se tratara de un IX D2 es significativo, ya que se construyeron sólo 30 sumergibles de este tipo. Los submarinos de aquella clase aumentaban significativamente la capacidad de carga de combustible con respecto a los del tipo IX C; además, eran 500 toneladas más pesados y diez metros más largos. Como veremos más adelante, tanto el U-513 como el U-199 fueron hundidos en aguas del sur de Brasil durante 1943. Por lo tanto, toda la información que podamos encontrar hoy en día sobre sus derroteros está basada en los registros diarios del Mando de Sumergibles alemán (BdU) y en los mensajes de radio enviados desde los mismos sumergibles. 

Centremos ahora nuestra atención en el U-199. Ya desde el día 4 de junio, Kraus atravesaba el Atlántico decididamente con rumbo sudoeste. Si bien la “zona de operación” que se fijó para el U-199 era GB20, pronto veremos que los aciagos senderos del Atlántico llevaron al sumergible mucho más hacia el sur… (La Kriegsmarine utilizaba un sistema de posicionamiento bastante particular, en el cual se utilizaban grillas que eran denominadas con letras y números. En este caso se refiere a las cercanías de Río janeiro) 
Comandante Kraus
El día 26 de junio, cuando la nave de Kraus se encontraba ya en las inmediaciones de Río de janeiro, el OKM decidió ampliar hacia el sur su rango de acción. Puede leerse en los registros: “OKM propuso la extensión de las operaciones al sur de Río de Janeiro. U-513 y U-199 tienen ahora libertad de acción y movimiento dentro de las grillas GA60 y GB40 y 60. Una distancia de 30 millas de la costa, no debe ser excedida al Sur de GA29.” (7) 

A partir de ese momento el rastro de la nave de Kraus se hace esquivo, casi indescifrable, misterioso. Hoy en día es muy difícil, casi imposible, precisar su posición día a día. Especialmente en el período de tiempo que abarca entre el 28 de junio hasta el 19 de julio. Un período de tiempo considerable. Pero hay algunas pistas muy concretas, y ellas nos llevan decididamente hacia el estuario del Plata... 

El 3 de julio, mientras comenzaba a moverse hacia el sur, la nave de Kraus fue sorprendida por un aparato de la USAF: American Mariner Sqdn VP-74 pilotado por Harold C. Carey. El comandante germano, en lugar de ordenar la inmersión, decidió enfrentar al aparato enemigo, el cual fue derribado por el fuego de las baterías antiaéreas del sumergible. Sin dudas se trataba de una tripulación sumamente experimentada. 

El siguiente mensaje enviado por Kraus al BdU, a las 16:40 hora alemana del 3 de julio, fue el primero desde el día 26 del mes anterior: “GB1815 bombardeado. Fuerte patrullaje por aire, mar y desde tierra. Ataque nocturno rechazado, aeronave derribada. 27 de junio, dos impactos al Liberty-Schjal, quien respondió con intenso fuego de artillería. No se observa tráfico al sur y al este de GA 37. Restan 285 CBM y 22 torpedos.” El 6 de julio se radió otro mensaje: “Se ha atacado y hundido con artillería un buque pesquero. Se continuarán las operaciones hacia al sur” 

El Arará, de la FAB
El ataque a un buque, aparentemente del tipo Liberty, en el cual se indican dos impactos, es curioso. No hay registros oficiales de tal ataque el día 27 de junio ni posteriores en esa zona. Sí existen registros del hundimiento del “Changry La”, un pequeño pesquero brasileño de 20 toneladas en las cercanías de Río el 4 de julio. Desde ese día hasta el 14 de julio, el U-199 no volvería a comunicarse. Nada se sabe de sus actividades durante aquellas ocho largas y brumosas jornadas... Sin embargo, los documentos sobrevivientes nos permiten deducirlo. 

Lo importante en este punto no son los ocho días completos en los cuales el U-199 mantuvo un silencio de radio completo, evitando comunicar su posición al BdU. Lo que se torna muy relevante para esta investigación es un mensaje de radio: El mensaje transmitido por la nave de Kraus el día 14 de julio de 1943 al Mando de Sumergibles, luego de reaparecer del período de silencio absoluto. Ha quedado registrado para la posteridad y decía textualmente: 

“Buques neutrales navegando entre las zonas de GA91 y GB22. Tráfico enemigo capturado sólo en las costas o dentro de GK93. Se solicita permiso para atacar en esta zona. Se piensa en un intercambio de experiencias con el U-513 antes de la luna nueva”. 

Trataremos ahora de reconstruir los hechos y el posible derrotero del sumergible de Kraus durante aquellos misteriosos días, valiéndonos para ellos de evidencias documentales. 

La oración que más llama la atención del mensaje de onda corta enviado por el U-199 el 14 de julio es la que reza: “tráfico enemigo capturado sólo en las costas o dentro de GK93. Se solicita permiso para atacar en esta zona.” En idioma alemán textualmente el mensaje recogido por el mando de sumergibles dice:”Erfassung Feindverkehr nur unter Kuste oder in GK93…” La palabra “Erfassung” en el idioma alemán significa “captación o registro” y es la que hace la diferencia en esta oración. 

La posición GK93 dentro del sistema de posicionamiento por grillas de la Kriegsmarine se encuentra exactamente a 35º 51´ S 54º 06´ O. Esto es, más a menos, en el centro de la desembocadura del Río de la Plata, a unas 200 millas náuticas al este de Buenos Aires y a unas 110 de Montevideo. Entre la posición GK93 y el cabo San Antonio, hay poco más de 100 millas náuticas en dirección sudoeste. Prácticamente una distancia insignificante para una nave de este tipo… 

Tenemos ya al U-199 ubicado en las costas argentinas durante el año 1943. 

La distancia existente entre GA37, la última posición reportada en el mensaje del 3 de julio, y la posición GK93 (Río de la Plata), es de poco más de 650 millas náuticas. Es decir que pudo haber sido recorrida, de ida y vuelta, muy fácilmente por el U-199 entre aquella fecha y el 14 de julio. 

Por su parte, la Kriegsmarine, a pesar de contar con algunos datos ciertos, tal como se desprende de los mensajes de onda corta recibidos por el BdU, sólo se limitó a no actualizar la posición del sumergible. Increíblemente, en los registros consultados la nave simplemente aparece como estática en la posición GA60, casualmente, la ubicación más al sur permitida para un sumergible en patrulla de combate… Recién en la entrada del día 22 de julio, el BdU actualizó la posición del sumergible de Kraus en GA6699, en las cercanías de Florianópolis, a menos de 600 Millas náuticas de GK93 y como consecuencia de la planificación de un encuentro con otro sumergible, el ya mencionado U-513. 

Conclusiones: 

Haciendo la reconstrucción del derrotero del U-199 mediante los documentos con los que hoy se cuenta es posible alcanzar las siguientes conclusiones: Kraus se hallaba todavía el 3 de julio en las cercanías de Río de Janeiro. Entre ese día y el siguiente envió al fondo del mar al “Changry La”, un pequeño pesquero de 20 toneladas. También sabemos, que a partir de ese momento Kraus dirigió su nave decididamente en dirección sur, habiendo reportado recién el día 6 el hundimiento del pesquero. 

La pregunta obligada que debemos hacernos es: ¿Pudo el U-199 entre el 6 y el 14 de julio haber recorrido las más de 900 millas entre Río de Janeiro y la posición GK93 en el Río de la Plata? 

No solamente es posible, sino que además pudo haber regresado, con rumbo norte, al menos hasta la zona costera de Florianópolis. 

También podemos concluir que la nave de Kraus estuvo en la zona del Río de la Plata antes del 14 de julio. Ese día envió el mensaje al BdU, indicando que en esa posición había recogido tráfico enemigo y solicitando la autorización para atacar en dicha zona. Queda entonces pendiente desentrañar un asunto que tal vez nunca sea esclarecido: ¿Qué estaba haciendo el sumergible en la costa argentina? 

Una de las respuestas clásicas que suele utilizarse debe ser descartada. Sin duda alguna no se trató de falta de combustible. No era necesario para el U-199 reabastecerse furtivamente en las costas rioplatenses; hemos visto que los 285 CBM que tenía en sus tanques eran suficientes incluso para alcanzar Europa sin obtener fuel oíl desde otra fuente. 

El permiso para atacar a los navíos enemigo en la desembocadura del Río de la Plata, de acuerdo al “trafico capturado” en esa zona, fue denegado por el BdU. Es evidente que sus objetivos de la presencia del submarino en GK93 no eran militares. La respuesta del BdU al mensaje de Kraus del 14 de julio fue la siguiente: “1. La solicitud de operaciones en GK 93 no es posible. En el sur se encomiendan los límites de ataque ya establecidos. 2. Para el encuentro con el U-513 y el intercambio de experiencias se sugiere el punto GA6699 el día 22 de Julio”. Léase límite de ataque y no límite de navegación. 

No sabemos exactamente que hizo el misterioso U-199 a principios de julio, pero sí sabemos que la mañana del 31 de ese mismo mes se encontraba navegando en superficie cuando un aeroplano fue avistado a algunas pocas millas de distancia por la guardia del puente. Un aeroplano Mariner PBM 7 obtuvo un contacto de radar seguido por uno visual, había avistado al U-199 a unas 15 millas de distancia. Kraus ordenó girar a estribor, acelerar a velocidad máxima y abrir fuego con el armamento antiaéreo. Los valientes artilleros del U-199 comenzaron a disparar cuando el aparato enemigo estaba a 5 millas de distancia y de inmediato recibieron respuesta por parte de las ametralladoras norteamericanas. Varios impactos de la primera descarga de la aeronave hicieron impacto en el sumergible, los tanques fueron perforados y el diesel comenzó a filtrarse sin piedad hacia el océano. 

El aeroplano arrojó ocho cargas en dos pasadas, a unos cincuenta pies de altura. El U-199, dañado por las bombas que explotaron en sus proximidades, comenzó a humear intensamente. Y aunque era tarde para ello, también se mostró incapaz de sumergirse. Apenas podían desplazarse lentamente en superficie, el lobo estaba herido de muerte. 

Ante tal situación, Kraus decidió navegar, como fuera posible, hacia la costa brasileña y de esa manera buscar aguas poco profundas en las cuales intentaría realizar algunas reparaciones. Tal vez posado sobre la arena a escasos metros de profundidad. 

Pero las cosas se complicaron todavía más. Mientras se dirigían rumbo a la costa, averiado pero aún a flote, un segundo aeroplano se hizo presente. Se trataba en este caso de un Hudson de la FAB, el cual arrojó rápidamente dos cargas que fallaron el blanco al menos por ciento cincuenta pies. Detrás del Hudson llegó un Catalina, bautizado “Arará”, también de la FAB, el cual arrojó cuatro cargas en dos pasadas que terminaron de sentenciar a la nave de Kraus. Ante los nuevos daños el comandante ordenó de inmediato que se abandonara la embarcación, pero sólo uno de los tripulantes que se encontraba debajo de cubierta logró llegar hasta la torre y de esa manera escapar a una muerte segura. 

Doce tripulantes sobrevivieron, incluidos el comandante Hans-Werner Kraus, los oficiales Weber, Drescher y algunos marineros. Todos serían recogidos más tarde por el “Bernegat”. 

Lo doce sobrevivientes del misterioso U-199 fueron enviados Recife y luego a los Estados Unidos. El reporte resultante de su interrogatorio está fechado en septiembre de 1943 y ya en su primera página, en el capítulo “Introducción y observaciones”, hay un párrafo que no hace otra cosa que sembrar más dudas sobre la enigmática misión del U-199 y su documentada presencia en las cercanías del Río de la Plata. Los norteamericanos señalan, casi como sorprendidos, que: “Se trata del grupo con mayor conciencia de la seguridad militar jamás interrogado en este país” (…) “Aún en el agua, entre el hundimiento y el rescate, Kraus dio una advertencia final a sus hombres sobre dar alguna información al enemigo. Ninguna documentación de ningún tipo fue rescatada”. 

Hasta ese momento, luego de un año y medio en la guerra, la inteligencia naval estadounidense había interrogado alemanes capturados, experimentados y/o fanáticos de todo tipo. Sin embargo, la veterana tripulación del U-199 se revelaba como el grupo de alemanes que más silencio guardó sobre los detalles de su misión. 

Cuando los militares norteamericanos se referían a la falta de respuesta a sus preguntas no hablaban de las características del U-boot del tipo IX D2, un tanto particular para ese momento. Los sobrevivientes dieron todo tipo de detalles técnicos sobre el sumergible que en el archivo consultado pueden cotejarse. Sin embargo, al momento de referirse al recorrido realizado a bordo del sumergible fueron muy vagos y poco precisos. En especial si nos referimos al brumoso período desde principios hasta fines de julio. 

Todo el episodio del U-199 demuestra que no siempre es necesario recurrir a leyendas de “black boats” o a los confusos meses del final de la guerra para ubicar sumergibles alemanes operando en las costas argentinas. 

¿Qué hacía exactamente el U-199 en la desembocadura del Río de la Plata? ¿Se trataba de un sumergible en misión de guerra o antes de patrullar el sur de Brasil debía embarcar algo o alguien en el Cabo San Antonio? 

Son preguntas que probablemente siempre quedaran sin respuesta… 

Tal vez no sea casual que el U-199 haya sido uno de los pocos sumergibles del tipo IX D2 con una autonomía casi tan inusual que podía llegar hasta Argentina, patrullar las aguas del sur de Brasil durante un buen tiempo y retornar a Europa sin reabastecerse. Tampoco probablemente lo fue, que Kraus y los once sobrevivientes del naufragio hayan sido el grupo de alemanes más reacio a dar información al enemigo sobre sus acciones de guerra jamás interrogados en los Estados Unidos por su Armada. 

El joven as de la U-bootewaffe había sido “extraído” por la Kriegsmarine, contra su voluntad, de la zona de operaciones del Mediterráneo y asignado a un sumergible de largo alcance. Para llevar adelante su desconocida misión seleccionó oficiales y tripulantes de su extrema confianza, muchos de los cuales habían servido con él en el U-83; como por ejemplo el oficial Drescher. Kraus había sido condecorado por la Kriegsmarine con la Cruz de Caballero en junio de 1942, así como también había sido distinguido por los italianos. 

Hans-Werner Kraus, quien sirviera con el legendario Gunter Prien en el U-47 como primer oficial, fue encarcelado por los norteamericanos en suelo estadounidense. Escapó de Papago Park junto a su fiel oficial Drescher en diciembre de 1944. Sin embargo pronto volverían a ser recapturados. Vivió en Alemania hasta los 74 años de edad y murió en 1990.

 

Fuentes de información:

(1)  F.d.U./B.d.U KTB PG30324 23 de mayo de 1943 IV b.

(2)  F.d.U./B.d.U KTB PG30325 8 de junio de 1943 IV b.2.

(3)  F.d.U./B.d.U KTB PG30326 26 de junio de 1943 IV b.5.

(4)  Kriestagebuch U-199 Aufgestellt v. 2.SKL./B.d.U.Op.

(5)  Interrogations of survivors from U-513  S8/EF74 11-1/EF74 Confidential Serial No. 02488116

(6)  Interrogations of survivors from U-199 Navy Department ONI 250-G/Serial 22 Op-16-z

Documentos


La fuga de los oficiales del Graf Spee


Los invito a leer un extenso artículo que he publicado en la revista española WW2 GP Magazine.
Una larga recopilación con imágenes de la fuga de los treinta oficiales del Spee internados en Argentina y su desempeño posterior en la guerra mundial.
información: info@ww2globalproject.com





















Otro "enigma" nazi develado

En la versión definitiva de mi libro "Nazis en las sombras" quedó excluido un apartado que describía el material técnico secuestrado a uno de los espías del Tercer Reich detenido en 1944 por la Policía Argentina. Waldemar Boettger, germano de 34 años de edad, técnico electricista y especialista en radiotelegrafía, había descendido en la oscuridad de la noche del velero espía “Santa Bárbara” en las cercanías de la hoy muy poblada Punta Mogotes…
Pero eso es otra historia. El asunto es que cuando Coordinación Federal detuvo al técnico alemán, hecho que se relata con sumo detalle en el libro, también secuestró: “los elementos técnicos que, al parecer, en su mayoría, desembarcó aquella noche en Mar del Plata. Parte de la lista textualmente citada en el Segundo Sumario de Espionaje Alemán, Causa 793/45, foja 425, Cuerpo 2, APJN, es la siguientes: Un transmisor portátil con rectificador, un transmisor portátil con rectificados y dos chicotes de prueba, cuatro transmisores portátiles chicos con manipulador, un receptor portátil onda corta con oscilador telegráfico, cuatro cajas con repuestos y tornillos varios, veinticinco válvulas de diversos tamaños, un elevador de tensión, un condensador eléctrico 500 M.F., un rectificador de alta tensión marca National, un rectificador común, dos relays, cordones de prolongación, dos auto transformadores 220-110, un motor marca Marelli elevador de tensión, un instrumento Tripedi, un plug, dos pares de teléfonos, una válvula 80, una válvula 6F6, cinta “teleescriptora”, un tander de bobina National, manipuladores varios, una imperancia, vibradores, dos voltímetros, amperímetros Triplet, un teléfono marca “Cannon Ball”, aisladores de vidrio, crips, aisladores tipo “huevo”, un ondímetro “Bed-Homburg”, cuatro libros de radio, dos pares de teléfonos (uno Telefunken y el otro DEHA 41) y una máquina de cifrar marca “The Crordon” tipo MB motor Nº 54.939.

Sobre este apartado, que reitero finalmente quedó fuera de la edición final del libro, se me planteó una gran duda. Estaba claro que la máquina “de cifrar The Crordon” tipo MB motor Nº 54.939”. No se trataba de la clásica Enigma de la cual la policía secuestraría algunas. ¿Qué era eso? En junio de 2014 consulté con el coleccionista especializado José Ahumada y luego de casi seis meses de la salida del libro hemos hallado la respuesta. O mejor dicho José la ha hallado:


Lo que supongo que encontraron a Boettger no es una máquina de cifrado sino un perforadora para Transmitir  Morse de forma automática. Una vez cifrado con Enigma el mensaje con ella no era necesario ser un buen telegrafista en la fase de transmisión y  permite enviar a mayor velocidad y con más precisión. La de la foto (ver más abajo) se usó en los años 40. Teclado perforador de cinta Morse de alfabeto de una máquina de escribir a perforadora Morse. Tiene teclado estándar que perfora la cinta de papel. El Mecanismo de la cinta y el punzón están impulsados por un motor eléctrico de aproximadamente 470 mm. de ancho, 290 mm de profundidad, 295mm de alto. Luego, otra máquina Lectora de la cinta es conectada al Transmisor. En la etiqueta en la parte frontal inferior izquierda se lee las patentes. 191093 MODELO No 9 / W SERIAL  5875 .Etiqueta en el motor se lee .REF No 27 P.O. No V240 ~ A4 H.P. 40 R.P.M. 1400 THE CROYDON ENG. CO. LTD. CROYDON, ENGLAND. En realidad creo que en lugar de escribir en el informe “The Crordon” debía decir “The Croydon





Nazis en Villa Ballester y el norte del Gran Buenos Aires; parte I

“El inspector Luciano Goldaraz siguió al menos durante las últimas dos semanas de marzo a Fandrich, con la esperanza de que en algún momento Becker se presentara en su librería de San Martín 388 o en su casa de Villa Ballester, calle Entre Ríos 456”

El párrafo precedente es un breve fragmente de “Nazis en las sombras”. Durante la investigación que dio como fruto ese libro, quedó en evidencia que muchos nazis importantes vivieron en aquellos años en las inmediaciones de la zona norte-noroeste del Gran Buenos Aires. Karl Fandrich era un librero de la calle San Martín 388, pleno centro de la ciudad, frecuentado largamente por nazis y fascistas de todos los barrios. Además era mensajero de SD y trabajó para el legendario Siegfried Becker.

Florida (Langer), Vicente López, Martinez (Harnisch), etc. eran algunos de los otros barrios que los espías alemanes y nacionalsocialistas importantes siempre prefirieron. Y digo nazis importantes porque colonia alemana hubo en toda la periferia de la ciudad de Buenos Aires. Se calcula que para fines de la década del treinta vivían unos 45.000 alemanes en la zona, de los cuales un 44% eran ciudadanos del Reich (La imagen y las estadísticas son cita de “Misión en Berlín” del ex embajador Eduardo Labougle).





Algunas fotografías muy interesantes surgieron de los polvorientos archivos de la vieja comisión parlamentaria que investigó a los nazis en Argentina durante los comienzos de los cuarenta. Perdidas en el olvido, se destacan algunas imágenes de reuniones nacionalsocialistas llevadas a cabo en clubes barriales de Villa Ballester, adornados con enormes esvásticas y banderas argentinas. No todas pudieron ser incluidas entre las más de 40 fotografías que presente “Nazis en las sombras”, por eso me complazco en compartirlas con los lectores de “Uboat Argentina”.

En las dos fotografías que no están identificadas con la leyenda "Villa Ballester", podemos deducir que se trata del mismo sitio de reunión por la forma de la araña. 






Y hasta parece que los nazis tuvieron su propio mártir de Villa Ballester, al mejor estilo Gustloff.

Artículo periodístico de época donde se mencionan dos direcciones en la calle Independencia. Una al 600 y la otra al 500.


A 70 años de la llegada del U-977 a Mar del Plata

“17 de Agosto de 1945. Ha amanecido. El sol radiante brilla en el cielo. Se puede distinguir la costa argentina a través de los prismáticos. Avistamos el faro. La tripulación completa del submarino está reunida en el puente. Nadie tuvo la oportunidad de desembarcar secretamente durante la noche. La distancia era demasiado grande…”

“Algunos tripulantes rondaban con la idea de evadirse en el caso de llegar en horas de la noche. Esto hubiera hecho fracasar la realización de nuestro plan. ¿Cómo podríamos demostrar qué, aparte de los miembros de la tripulación, no bajaron también a tierra, ciertos personajes buscados?”
“Un albatros nos acompaña. Vuela en derredor del submarino, se posa sobre el agua y nos deja pasar muy cerca junto a él, tal vez a medio metro. Mira con sus pequeños ojos a la torre, como queriendo decir ¡Que aspecto extraño tenéis con vuestras barbas! ¿De dónde venís? Abrimos una lata de sardinas en aceite y cada vez que el pájaro pasa, después de haberse adelantado nuevamente, le alcanzamos una sardina…”
Estando fuera de la zona de las tres millas, transmitimos por las señales luminosas: German Submarine.”
“Nos hemos detenido, algunas barcas de pescadores pasan junto a nosotros. Nos miran con curiosidad. Parece que les impresionan mucho nuestras largas barbas. Poco después llega el rastreador argentino M-10 y dos submarinos. Se nos comunica en inglés que una dotación vendrá a bordo. Una lancha a motor es arriada al agua. Trae a bordo al personal anunciado. La maniobra se cumple rápidamente. La dotación compuesta de un oficial, suboficiales y marinería, da una buena impresión. Los uniformes blancos son impecables; la apostura es tal como debe ser entre militares. En cubierta me presento al oficial argentino y lo acompaño a la torre. Sus subordinados se distribuyen en la embarcación. El oficial me expresa que tiene la misión de conducir el submarino a puerto. Me reitera que su deber es impedir el hundimiento de la unidad, como así también que sea dañada. Le comunico que no tenemos tales intenciones.”
“Luego le propongo entrar yo el submarino al puerto, dado que mi tripulación sólo habla el alemán; además que las complicadas instalaciones difícilmente podrían ser manejadas por personal no especializado. Mi palabra de honor como oficial alemán es aceptada. Comando por última vez mi U-977.”  (1)

La llegada del U-977 a Mar del Plata, el 17 de agosto, confirmaba de repente, todos los avistamientos y especulaciones sobre la presencia de sumergibles alemanes en las costas argentinas. Los escépticos, que no eran pocos, tuvieron que llamarse al silencio y aceptar finalmente que no se trataba de una psicosis colectiva o de una operación montada por algunos medios escritos que denunciaban los hechos. 



Fragmento de:"Los verdaderos últimos días de la Segunda Guerra Mundial" tomado de "El secreto del U-977"





Artículo en revista española de la SGM

Hoy jueves 30 de julio se encuentra a la venta la revista WW2 Magazine (Especializada en Segunda Guerra Mundial) N° 7. Allí encontraran un extenso artículo de mi autoría dedicado a la presencia furtiva de un sumergible alemán en las costas argentinas durante 1943. Acompañan al mismo documento oficiales de la Kriegsmarine y largo detalle del derrotero del lobo gris.
Dejo un link para la descarga de la revista.
http://tienda.ww2globalproject.com/productos/nuevo-ww2gp-magazine-numero-7-julio-15


Nazis en las sombras en el prestigioso portar Librúgula

Es un verdadero honor que mi más reciente ensayo de investigación sea reseñado y aparezca en la portada on line de la prestigiosa revista española "Librúgula". Debo este ingente honor a mi querido amigo y extraordinario novelista, Xavier Alcalá y a Toni Iturbe, director de Librújula.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Texto completo publicado por tan importare portal literario: 

 


texto XAVIER ALCALÁ Ilustración ARCHIVO

Los escritores también son lectores, pero a veces no leen solo buscando divertirse sino buscando apoyos para sus invenciones… o sus descubrimientos. Así, debo confesar que me interesé por las historias de los nazis en la Argentina después de haber visto unas construcciones arruinadas sobre las costas del Chubut. Mis amigos chubutenses les llamaban “planchadas” y fueron construidas por alemanes que iban preparando las playas desoladas del Mar Austral de cara a “la próxima guerra”. En los años 20, el que sería almirante Canaris ya anduvo por allí contactando a las colonias alemanas que se convertirían masivamente al nazismo en los 30, para apoyarlo hasta que el III Reich “se hundió en el Averno” (y ya empiezo a citar a Julio Mutti).
Nunca dejé de acumular información al respecto, pero sin concederle más importancia que la merecida por algo lejano y anecdótico. Hasta que una historia de gallegos “zurdos” y nazis altivos ocurrida en Comodoro Rivadavia —capital argentina del petróleo (y del viento)— me indujo a la búsqueda sistemática de datos y hechos. Leyendo, más o menos por placer, me encontré con libros a los que les faltaba verosimilitud. Una y otra vez, relataban apariciones del Führer por los páramos del sur.
 Entonces encontré a Julio Mutti y sus textos sobre el verdadero final de la II Guerra Mundial. Los leí, le escribí, nos encontramos en una cafetería del centro de Buenos Aires y allí descubrí a un hombre incomún. Siendo profesional de las ventas, con cargo de responsabilidad en una empresa, en sus ratos libres se dedicaba a desvelar documentos secretos, ocultos por sucesivos gobiernos argentinos, nada interesados en lo que siempre se sospechó: que habían acogido a mucho alemán ciego de “orgullo racial” antes, durante y aún después del peronismo.
Le conté lo que andaba escribiendo —una novela patagónica, basada en sucesos ocurridos durante la guerra que iniciara la locura hitleriana— y me contó que llevaba tiempo trabajando en un dosier de miles de páginas, informes sobre las redes de espionaje nazis en la Argentina realizados por los propios servicios de investigación criminal del país.
Contrastamos conocimientos de nazis en Comodoro Rivadavia, hablamos de Alexander Schikorrd, sosias de Adolf Hitler, y de las grandes paradas paramilitares que sus adeptos armaban en la ciudad (dominada por cuatro empresas petroleras: la alemana, Astra, la holandesa, Diadema, la inglesa Comferpet y la argentina, YPF). Los alemanes desfilaban en masa ante un Schikorrd disfrazado como Hitler. Humillaban a los holandeses rendidos y avisaban a los británicos…
Corrió el tiempo, Julio acabó su nuevo libro, me lo dio a leer y tuve la sensación de estar pasando páginas sin verlas; porque yo estaba dentro de la historia. Nazis enhttp://www.amazon.es/Nazis-las-sombras-Julio-Mutti-ebook/dp/B00X9W8RKQ/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1437498967&sr=8-1&keywords=nazis+en+las+sombras las sombras (editado por Nowtilus) tiene la virtud de sumergir al lector en el relato, como hacen las buenas novelas. Pero no es un invento de magín fértil, y me fastidia recordar que la realidad puede superar a la ficción. Con todo, en este caso la frase manida es acertada.
Ahora bien, Mutti podría haberse reducido a un trabajo académico, a desentrañar un marasmo de papeles estropeados por el abandono en cualquier estantería de un edificio judicial, a ordenarlo sistemáticamente, anotarlo, introducirle enlaces a sitios de la web… No hizo tal: Julio tiene madera de fabulador de realidades y consigue imprimir ritmo de novela a su texto. Hasta el final, que resulta emocionante. Nazis en la sombra da para una superproducción cinematográfica, incluidas mujeres bellas, oro, armas, dinero, estaciones de radio secretas y, sobre todo, un personaje mítico, “Sargo”, el espía escurridizo, todo un señor (y no voy a desvelar el final de la historia verídica).
Segunda confesión: tengo una biblioteca reducida, porque voy donando los libros que no me enamoraron a las bibliotecas públicas. Guardo, sin embargo, los que a mi gusto merecen ser releídos. Normalmente los releo por placer, aunque los hubiese leído por interés para cualquier texto en ciernes; y suelo hacerlo después de algún tiempo, quizá años. Mas en el caso del libro que ahora recomiendo, ya lo estoy releyendo, por interés y por placer, no sé en qué proporción. Lo releo y espero la próxima entrega de Mutti. ¿Qué secretos nos irá a revelar? Cuales fueren, estoy seguro de que vendrán acertadamente salpimentados: es su forma de escribir Historia.

Centro de Ingenieros Alemanes en Argentina

 En el año 1938 el “Verein Deutscher Ingenieure in Argentinien”, o “Centro de Ingenieros Alemanes en Argentina” (calle Moreno 970 Bs. As.), cumplió 25 años desde su fundación. Había iniciado sus actividades el 22 de julio de 1913, estableciéndose así, por primera vez en Sudamérica, este Centro de Ingenieros que ya entonces era la asociación más grande de Ingenieros en Alemania.
El desarrollo de este joven Centro (AVDI) fue restringido por el estallido de la guerra mundial (su número de socios se redujo a 44 hasta fines de 1918). Sin embargo, a pesar de la situación harto difícil, la actividad del Centro fue muy intensa.
Desde 1927 al 32 se notó en el AVDI un mayor progreso, contando a fines de 1932 con 77 socios.
En el año 1933 el número de socios aumentó de repente a 100, para lo que contribuyó en gran parte la incansable actividad del entonces presidente Ing. E. Schaffhauser.
Con motivo de los 25 años de su existencia, el ADVI publicó un extenso libro recopilando la actividad y los más importantes aportes realizados por las empresas e ingeniería alemanas radicadas en Argentina.
A continuación pongo a disposición de los lectores algunas muy interesantes fotografías publicadas en aquél libro. Allí son retratadas obras de suma importancia realizadas durante los albores del Siglo XX en Argentina con tecnología alemana. Tecnología de avanzada que pronto sería puesta al servicio de la tormenta bélica que asomaba en Europa.


Siemens - Schuckert











Amme, Giesecke & Konegen


Palacio Barolo, Av. de Mayo. En su construcción intervino  Das Wirken der Firma S.A. Wayss Freytag in Argentinien




Biblioteca del Centro de Ingenieros

Bromberg & Cia.

Superusina de la Comp. Argentna de Electricidad, Puerto Nuevo. AEG

Cine Rex. Thyssen Lametal

Bromberg

Consejo directivo en 1938

Das Wirken der Firma S.A. Wayss Freytag in Argentinien

F.H. Schmidt S.A.

Thyssen

Empresa GEOPE

Empresa GEOPE

Gruen & Bilfinger, en colaboración con las constructoras Siemens - Bauunion y GEOPE

HERO S.A.C. para la Borsig

HERO S.A.C.

Hotel Llao- Llao F.H. Schmidt S.A.

Bromberg

Siemens - Schuckert

Puente sobre el Riachuelo D & W A.G.

Puerto Belgrano, dique seco para la Marina. Dyckerhoff y Widmann A.G. 

Radio Belgrano. Siemens & Halske

Las alarmas para el Departamento de Policía de C.F. fueron instaladas por la Siemens. Misma empresa que cobijaba a algunos espías alemanes que la misma Policía debía investigar.

Cervecería Schneider. MIAG

Subte e Instituto de Tuberculosis. Simens - Bouunion

Siemens - Bouunion

Siemens

AEG

Hugo Stinnes

Subte. Siemens - Schuckert


Thyssen

Thyssen

Tubos Mannesmann